Esta tarde vuelvo a un concierto de la dinámica Orquestra Nacional Clàssica d'Andorra , que actúa el Palau de la Musica de Barcelona. En el programa, con coro y solistas locales, el Requiem de Mozart.
La obra, con todas sus connotaciones, ha sido interpretada repetidas veces para relacionarse con el VIH/SIDA. Pero una de las más refrescantes y originales se dio el pasado 6 de marzo en la Catedral de Santa María, en Glasgow, Escocia. A beneficio de Waverley Care, una organización escocesa que da apoyo a personas con VIH y/o con Hepatitis C, "Come & Sing Mozart's Requiem" era una invitación a contribuir tanto con donativos como sumando la propia voz a las numerosas partes corales de esta mítica misa de difuntos.
Parece que los organizadores casi mueren de éxito, ya que más de 200 personas se apuntaron al canto colectivo, por encima de lo esperado. Quien quiera hacerse una idea, puede ver los fragmentos en vídeo que han colgado en facebook: puede que no sea el Requiem más afinado, pero fácilmente uno de los más emocionantes para quienes participaron.
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