
Su reciente página de MySpace ofrece un perfil escueto: intérprete de piano y órgano y compositor de música clásica y de jazz además de videocreador, es alto (187cm), reside en Nueva York, es gay y le fascina la red. Llamativamente, no menciona de modo explícito el VIH, pero él mismo recurre al término regularmente al etiquetar sus vídeos.
Sus montajes audiovisuales disponibles en línea se cuentan por decenas (calcula unos 100 según declara en una entrevista digital), y dispone de canal propio tanto en youtube como en vimeo. Con frecuencia son interpretaciones delicadas de movimientos lentos de obras clásicas, lecturas contenidamente románticas, que invitan a la introspección; o bien creaciones propias del mismo estilo, que reivindica como música contemporánea contra las modas vanguardistas: algunas de esas piezas están dedicadas a amigos fallecidos, como la serena "Absence".
Aparte de breves apuntes y recomendaciones sobre ser músico en Nueva York, y alguna autograbación que delata su inglés de acento germánico, poco más se puede obtener del ciberespacio para hacerse un idea sobre quién es Sylvester Wager. Seguramente, prefiere que las notas hablen por él.